domingo, 27 de enero de 2013

Arboleas-Almeria.

Arboleas es un municipio español de la provincia de AlmeríaAndalucía, situado el Valle del Almanzora y a 105 km de la capital provincia, Almería. En el año 2012 contaba con 4 990 habitantes.
Arboleas se ubica en la ribera del río Almanzora, en las estribaciones de la sierra de los Filabres. Está situado en la comarca del Valle del Almanzora. Se encuentra rodeado por las poblaciones de : AlboxZurgenaLubrínAlbanchez,Cantoria y Taberno.
Historia.
El origen del nombre del pueblo de Arboleas se debe a Abu Ben Abdalacis Al-Arbuli científico nazarí del siglo XIV. Al-Arbulí fue vecino del municipio y entre sus obras cabe destacar el Tratado de los Alimentos cuyo original se conserva en la Biblioteca Nacional. Según Simonet, Al Arboli es un gentilicio formado sobre Arbolaya o Arborea, hoy Arboleas, villa de la provincia de Almería. Arboleas pasó a manos de cristianos en el año 1488, cuando, junto a otros pueblos del Almanzora, se rindió a los Reyes Católicos en el Real de Vera. Ganaron esta batalla las tropas de Lorca, que habían acudido en socorro de las hijas del Marqués de los Vélez, que temían un intento de rebelión de los moriscos del marquesado. Resuelto este problema, atacaron los de Lorca la villa de Cantoria y, después de siete horas de combate, lograron romper la puerta del revellín, donde habían encerrado los moriscos sus ganados, y les arrebataron 2.300 cabezas de ganado menor y 400 vacas y se retiraron.Acudieron en socorro de Cantoria los moriscos de Serón, Tíjola, Purchena, Cóbdar, Líjar, Albánchez, Tabernas y Benitagla y dieron alcance a los de Lorca cerca del lugar de Arboleas. Cuenta Mármol y Carvajal que «este día luchó admirablemente un moro que llevaba la bandera y estuvo gran rato luchando, atravesado por la lanza del alférez de la caballería y, ya caído en el suelo, no se le pudo quitar la bandera mientras le quedó un aliento de vida».
Algunas de las aldeas y caseríos diseminados por el término de Arboleas tienen nombres un tanto curiosos. Son, entre otros, los de Casablanca, Perla, El Prado, La Judea, El Campillo, La Cueva, San Roque, Los Higuerales y Limaria.Perla, la «Perla Preciosa» de los árabes, guarda en su suelo tesoros ocultos escondidos por los moriscos expulsados, cuyos descendientes conservan todavía las llaves de las casas abandonadas por sus antepasados.
Dicen que en el siglo pasado se pescaban sabrosas truchas en sus aguas cristalinas, que movían más de una docena de molinos harineros asentados en otras tantas aldeas sitas a lo largo de su curso. En una de ellas labra sus esculturas de madera Pedro Gilabert Bonillo, escultor autodidacta que se ha ganado una merecida fama con sus obras de arte y fue galardonado conMedalla de Plata por la Junta de Andalucía.
El Prado no es como el descrito por Gonzalo de Berceo en su introducción a Los Milagros de Nuestra Señora, pero pudo haberlo sido en otros tiempos mejores, a juzgar por la abundante capa freática de su suelo y por las dos fuentes que manan en su entorno en años relativamente lluviosos.La Judea es el topónimo que más nos sorprende. Habría que investigar su antigüedad y su posible origen hebreo.¡El Arroyo Aceituno! Todavía recuerdo las lágrimas de aquella joven maestra granadina que había dejado los encantos de la Alhambra y del Generalife para venirse a ejercer su magisterio en un pueblo de Almería llamado Arboleas y en una escuela situada en un lugar de ensueño llamadoArroyo Aceituno. ¡Y se encontró, de manos a boca, con el desierto!Pero el Arroyo Aceituno ha cambiado mucho desde aquella fechas, gracias a la fertilidad de sus tierras y a los alumbramientos de aguas subterráneas.
Esperemos que el Museo que llevará su nombre y acogerá parte de su obra escultórica sea pronto una realidad. 
 Todo el pueblo ha cambiado después de muchos años de angustia y desolación en los que se fueron cayendo muchas viviendas, abandonadas por sus dueños, que marchaban a otras tierras en busca del pan que no encontraban en la suya. Todavía podemos encontrar en nuestros campos algunos tapiales que se resisten a caer al suelo, como si aún esperasen el regreso de los que un mal día abandonaron su casa y su familia.
Pero no nos equivoquemos. Hemos avanzado en muchos aspectos, pero ¿no habremos retrocedido en otros? Nuestra situación económica ha mejorado notablemente, pero tal vez esta mejoría no haya servido para hacer más soportable nuestra vida y más aceptable nuestra convivencia.
Tenemos más coches que nunca tuvimos, perono tenemos mejores comunicaciones que antes. Hemos perdido nuestra línea ferroviaria y la posibilidad de una autovía del Almanzora para recibir a cambio una pobre carretera trazada de manera desastrosa. ¿Cómo se pudo tolerar que una obra que iba a promocionar a más de veinte pueblos de Almanzora, y cuya realización ya estaba aprobada, se esfumara de la noche a la mañana como por arte de magia? Sí, vivimos mejor que antes. Pero es algo así como si nos hubiera tocado la lotería, y esta situación no puede prolongarse indefinidamente. No es preciso salir de nuestra misma provincia para encontrar pueblos, para encontrar hombres que han sabido generar trabajo y riqueza suficientes para mantener ese «estado de bienestar» que nos ha tocado en suerte. Nosotros debemos hacer otro tanto para poder ayudar al que sufre y para evitar que nadie más se vea obligado a abandonar esta tierra nuestra. Se impone una mayor participación de todos los pueblos de Almanzora en las decisiones que, en lo sucesivo, puedan afectar a nuestro valle y a nuestro río, a fin de conseguir unas condiciones de vida dignas para todos los que queramos vivir en nuestra tierra.
Economia.-Arboleas posee una amplia y hermosa vega,regada por el Almanzora, pero indefensa contra las avenidas del río que, tras cada «gota fría», destruye los pagos ribereños, plantados hoy de naranjos y limoneros.El nombre de la villa, situada en la orilla derecha del río Almanzora, nos hace pensar en otros parajes de abundantes bosques y arboledas, como acaso fuera en otro tiempo esta tierra, de la que dijo Mármol y Carvajal: «Es abundante de pan y legumbres, crían sus moradores mucha seda y tienen muchos ganados. En las laderas de las sierras, de una y otra parte del río, hay hermosas arboledas yhuertas que se riegan con el agua de las fuentes que nacen dellas y van a dar al río principal y las frutas son todas tempranas y muy sabrosas».
Tiene Arboleas una amplia y hermosa vega, regada por el Almanzora, pero indefensa contra las avenidas del río que, tras cada «gota fría», destruye los pagos ribereños, plantados hoy de naranjos y limoneros.
Su término fue habitado por el hombre desde los tiempos prehistóricos, como demuestran los yacimientos de Casablanca y Maimí, entre otros.
Gastronomia.
La gastronomía representa la cultura de un pueblo. Está influenciada por el clima, la economía, los recursos naturales del lugar, las estaciones del año y las festividades religiosas.La gastronomía de Arboleas está basada en platos elaborados con productos de la huerta. Además cuentan con fabricación artesanal de vino y ricas naranjas.
Rutas Turisticas.
Arboleas pueblo que se sitúa a la mergen derecha del río Almanzora, situado sobre su vega que se riega con las aguas del río y de los manantiales inmediatos. Dicen que en el siglo pasado se pescaban sabrosas truchas en sus aguas cristalinas, que movían más de una docena de molinos harineros asentados en otras tantas aldeas sitas a lo largo de su curso.
No debemos perdernos un interesante caserío sobre el que destaca como edificio de mayor interés su templo Parroquial de Santiago, obra edificada en la segunda mitad del S. XIX, de estilo ecléctico.

Una Villa de Tradiciones.
Este pueblo centra su tradición festiva en laFeria y Fiestas de San Roque, el 15 de agosto, donde se organizan bailes de la comarca, paella popular, teatro, carreras de cintas a caballo y lanzamiento de roscos desde los balcones.


La primitiva iglesia de Arboleas fue erigida por el Excmo. Sr. Cardenal Arzobispo de Toledo en el año 1492. Estaba situada sobre un acantilado de difícil acceso desde el río.Sus ruinas, cuya silueta se destacaba hasta fecha reciente sobre el escarpado tajo, prestaban al paisaje un cierto encanto y sabor de antigüedad, ya desaparecido para siempre.Tomó parte activa esta villa en la sublevación de los moriscos y en ella se libró la batalla llamada del Corral de Arboleas, narrada con todo detalle por Luis de Mármol y Carvajal en el capítulo XX del libro VII de su obra Historia de la rebelión y castigo de los moriscos del Reino de Granada.Casablanca tiene nombre de película o de residencia presidencial, pero sólo conserva la leyenda de un rey moro cuyo recuerdo se pierde en la noche de los tiempos como un taifa cualquiera, o los restos arqueológicos que aparecen a la luz del sol de Los Pedregales.
Fuente:Ayuntamiento de Arboleas

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